Su vida está a punto de experimentar un gran cambio. Anne Sonbour debe viajar a Londres para participar en la temporada social y encontrar un esposo. Su primer desafío es el viaje, ya que su abuela insiste en que vaya acompañada por Andrew Romsbery, un amigo de la infancia a quien no soporta y no ha visto en siete años.

Andrew Romsbery, tercer hijo de un conde, anhela convertirse en un renombrado arquitecto y se esfuerza por lograrlo. En sus planes no entra el romanticismo ni mucho menos el matrimonio.

Este encuentro forzoso les hará revivir recuerdos de la infancia, y Anne tomará la oportunidad para vengarse de la última travesura de Andrew, sin imaginar que su acción cambiará el curso de sus vidas, llevándolos de la enemistad al amor al despertar intensos sentimientos entre ellos.