Soy Madame Calixta Harlow Carlyle, propietaria del Salón Shining Star, el mejor burdel del Reino de la Alhambra. Sin embargo, también soy una prostituta exótica exquisitamente entrenada. Solo los más ricos y poderosos pueden permitirse mi tiempo.
De todos modos, nunca olvidaré la primera vez que morí. Sí, hubo otros. Pero la primera vez me llevó a la antecámara al cielo. Qué experiencia fue. Aprendí que soy una vindicadora.

Esas encarnaciones tortuosas de las Virtudes me dieron magia, me enviaron de regreso al Reino de Alhambra y me dijeron que nunca más debía vender mi cuerpo. Ninguna de esas virtudes malditas dijo que sería perseguida por todo el mundo. Todos los demonios del infierno me están buscando. Un diablo de hombre llamado Jadro me quiere muerta. ¿Por qué? Sinceramente, no lo sé. El miserable hombre mató a todas mis chicas en mi burdel, prendiéndole fuego. Fue una visión horrible cuando la sangre de mis chicas fluía por los pisos de mármol de mi burdel.

Ahora estoy corriendo por mi vida con mis amigas, y encontré a este hombre pesado que se llama a si mismo El primer Vindicador, Lord Ashton Dreyden. Él debe entrenarme, pero lo odio.

La segunda vez que morí, mi sangre se enfrió. Jadro debe haber hecho muchas cosas malas para atraparme.

Lord Dreyden es un hipócrita, pero debo dejar que me entrene. Quiero asarlo vivo con mi magia de fuego. Mis amigas siguen muriendo, y quiero huir con las que me quedan. Ah, pero ¿dónde puedo vivir con un oficio de prostituta? La prostitución es el único trabajo que mi sociedad me permite hacer.

La muerte y el diablo me persiguen, y no tengo ninguna moneda a mi nombre. Tengo magia y no sé cómo usarla. ¿Puede la vida empeorar?

"Te poseo, Calixta, y puedo empeorar tu vida muchísimo más", dijo Jadro.