Daniel Rivas solo quería paz. Marcado por la culpa tras la muerte de su hermano Hugo y huyendo de un divorcio, se muda al 3ºB de un edificio antiguo en el centro de Madrid. Es barato, silencioso y perfecto para un editor que necesita trabajar en soledad.

O eso le dijeron.

El portero le asegura que el piso de arriba lleva años deshabitado. Su vecina, Elena, jura que no se oye nada. Pero Daniel sabe lo que escucha: pasos arrastrados, golpes secos y una tos enferma que se filtra a través de las paredes de papel.

Cuando Daniel descubre un mensaje oculto grabado por el anterior inquilino —«NO SON TUBERÍAS»—, su curiosidad se convierte en obsesión. Lo que habita en el piso de arriba no es un fantasma, sino un secreto de Estado protegido por gente dispuesta a quemar el edificio entero para mantenerlo oculto.

Atrapado entre un comisario corrupto, una vecina con doble cara y su propia conciencia, Daniel tendrá que decidir: seguir siendo el vecino que no se mete en líos o convertirse en el único hombre capaz de destapar la verdad.

Si te gustan los thrillers domésticos de Freida McFadden, la tensión de Mikel Santiago o los giros de Juan Gómez-Jurado, «La Casa de Arriba» no te dejará dormir.