Cuando el pasado se escribe con tinta de sangre, amar es la única herejía capaz de abrir la última puerta.

Irene Valcárcel, una brillante perita en grafística de la Policía Nacional, cree que cualquier misterio puede reducirse a patrones, tinta y papel. Pero la carta medieval que llega a sus manos rompe todas las reglas: un análisis revela lo imposible... la tinta contiene sangre humana.

La misiva, hallada en la catedral de Santiago, menciona la Novena Llave, un mecanismo oculto que protege un códice prohibido. Siguiendo su rastro, Irene se cruza con Gael Lamas, un enigmático muralista clandestino que parece saber más de lo que cuenta y que la arrastra a un mundo de peligros que no aparecen en los archivos.

UNA CARRERA MORTAL A TRAVÉS DEL CAMINO DE SANTIAGO.

Entre ambos nace una atracción tan inevitable como peligrosa. Gael busca el códice para saldar una deuda mortal con un cónclave que trafica con reliquias sagradas; Irene, para impedir una matanza ritual planeada durante el Año Jubilar.

Perseguidos por sicarios, obispos corruptos y una corporación tecnológica con intereses oscuros, Irene y Gael recorrerán la Vía de la Plata —Sevilla, Mérida, Salamanca, Compostela— descifrando criptogramas en capiteles románicos y desenterrando una traición que ha esperado siglos para cobrarse su precio.

La pregunta no es quién encontrará la Novena Llave, sino qué tendrán que sacrificar para abrir la última puerta.