Recopilación de los cuatro primeros relatos románticos gays de Thom Ramus: Nada es como yo lo soñé, Por dinero, Hassan, En la sauna en verano no se está tan mal.



«Durante mi infancia me dicen que ya me sentía atraído por los hombres, y ciertamente tan sólo tuve algún que otro tonteo con alguna chica que no llegó ni siquiera a beso durante el colegio. Recuerdo que durante mi época escolar solía decir lo guapa que era esta o aquella compañera de clase porque era lo que decían mis compañeros de clase, pero la cosa no pasaba de allí. Sin embargo, yo ya me fijaba en mis compañeros, principalmente en los más gamberros y traviesos, como siempre ocurre, y que también eran los más guapos y con los cuerpos más trabajados por el deporte.»