¿Existen los vampiros? Los vampiros existen, demostrado está, pero no son los típicos monstruos de piel cetrina, con colmillos acerados y ojos sanguinolentos, cubiertos con capas siniestras y oscuras, y reposando durante el día en ataúdes tenebrosos. No, estos vampiros de los que habla el libro son personas reales, de carne y hueso, eso sí, deshumanizados y barnizados de la más falsa dignidad, de guante blanco y que huelen a colonia y jabón.