Chicago, enero de 1918

Estados Unidos está inmerso en la Primera Guerra Mundial. La sociedad está sufriendo profundos cambios, favorecidos por la masiva salida de hombres rumbo a Europa. Sin embargo, los hospitales siguen siendo reinos masculinos.

Elizabeth Scott ha luchado mucho desde sus humildes orígenes para llegar a ser residente - la primera mujer- del prestigioso hospital del condado de Cook, y ambiciona un puesto en su laboratorio. Para conseguirlo se enfrentará a varios obstáculos, incluida la atracción que siente por uno de sus compañeros, el doctor Foster.

William Foster, hijo único de una de las familias más aristocráticas de Chicago, todavía no ha sido llamado a filas. Durante la incierta espera se centra en su trabajo como residente en el laboratorio del Cook, donde no puede evitar fijarse en su compañera, Elizabeth, a pesar de que está prometida.

Ambos sucumbirán a sus sentimientos en un entorno marcado por los prejuicios, la guerra y los avances médicos. La terrible pandemia de gripe española les hará afrontar decisiones difíciles.