Álvaro Santamaría lo tenía todo: apellido, fortuna y una habilidad casi artística para el desastre. Hasta que su padre le lanza un ultimátum letal: o se casa para limpiar su imagen… o se queda sin un euro en el bolsillo.

Claudia Moreno jamás pensó que acabaría vestida de blanco en una mansión ajena, casándose con un hombre que no soporta, por un pacto familiar que huele más a sacrificio que a cuento de hadas.
Él no sabe quién es ella. Ella sabe exactamente quién es él. Y en medio de esta farsa, ambos tendrán que fingir lo que no sienten… hasta que lo sientan demasiado.