Villa Umbría, Ávila, septiembre de 1927

Clara Montero llega como institutriz a una casa donde la anterior institutriz murió hace dos meses. Accidente, le dicen. Resbaló por las escaleras.

Pero las escaleras son de piedra sólida.

Y la familia guarda demasiados secretos.

Cuando el patriarca muere envenenado tres semanas después, Clara se da cuenta de que en Villa Umbría alguien mata. Y que si no descubre quién, ella será la siguiente.