Durante el siglo XIX, Granada sufrió un fiero ataque a sus monumentos artísticos, durante el que se destruyeron palacios, iglesias, puertas árabes y casas moriscas. A esta ciudad -ruina de lo que fuera el esplendor de al-Andalus- llega Max Cid a dirigir los negocios de su padre fallecido. Aquí se enfrentará al rencor que siente por su propia madre que siendo un niño lo apartó de su lado. Max es un joven inadaptado e inconformista que, en sus andanzas libertinas, conocerá a una dama madura y enigmática, Francesca di Mare, de la que se enamorará perdidamente. Arriesgando la vida defenderá a cada monumento de su demolición y, en el camino, conocerá a personajes destacados de su tiempo.