Pocas veces calificativos tan dispares han recaído en una única persona: Da Cat, El Caballero Negro, El Chico Fiasco, El Albóndiga, El Gitano de Malibú... Pero aun así, seguramente ninguno de ellos pudo concentrar toda la esencia del impenetrable Miki Dora, ese gitano supersónico condenado por sí mismo a vagar eternamente por el mundo en busca de olas perfectas, en busca de su paraíso perdido. Más allá de sus peripecias delictivas y de su huida del FBI durante años, la historia de Miki Dora es un lamento descarnado por ese paraíso perdido, cualquiera que sea éste: el hogar, la patria, la familia, un puñado de olas solitarias o una inocencia de la que Miki Dora tuvo que desprenderse demasiado pronto.