Año 711. Augusto vive en la convulsa frontera entre cántabros, vascos y godos, un carajal al que se suman unos misteriosos saqueadores africanos. En Toledo están a sus cosas peleando por el poder, así que los habitantes de la comarca se organizan por su cuenta para defenderse de la nueva amenaza.
Por fin, el rey Rodrigo acude a ocuparse de los bandidos vascones. Pero, justo entonces, en la otra punta del reino, la ya tradicional incursión veraniega de los moros parece más seria que otros años. Augusto se une al ejército real en su apresurada galopada desde Vitoria hasta Cádiz, donde presencia las intrigas que decidirán la batalla junto al Guadalete.
Apresado como rehén por el ejército africano, Augusto comenzará un incierto viaje hacia el norte. Pero en Écija se ha refugiado lo que queda del ejército godo, y esta vez sus mandos no están dispuestos a rendirse…